Migre a los 32 años, vivía con Isart ya que nos habíamos conocido un par de años antes y desde el momento que nos conocimos ya nos fuimos a vivir juntos.
Antes de conocer a Isart vivía en un piso que me acababa de comprar con un jardín, barbacoa… vamos el piso que siempre había soñado…
Trabajaba en un startup de internet, una pagina de clasificados online que se llama OLX. Similar a Wallapop pero del 2006… mi rol allí comenzó haciendo de todo, ayudé a contratar al personal, a armar las nuevas oficinas, a realizar cuestiones administrativas. Pasamos de 8 a 80 personas en un año y yo era la referente para todo lo operativo en cuanto a administración y personal.
Tenía una buena posición, contaba con un buen sueldo, flexibilidad laboral, aunque trabajaba muchísimas horas, incluso fines de semana pero realmente me encantaba mi trabajo!
Aquí descubrí mi vocación en recursos humanos, al empezar a ser responsable de contrataciones, temas de relaciones con empleados, evaluaciones de desempeños, etc. Etc. Y comencé a formarme en esta disciplina que me gusta tanto.
2. ¿Qué es lo que más extrañas de la vida que tenías antes de empezar tu proceso migratorio?
Extraño a mi familia. Sobre todo, a mi madre con la que siempre viví y tuve una relación súper cercana ya que mis padres se separaron cuando tenía 5 años. A mis hermanos y padre también, aunque la relación con mi padre podemos escribir un capítulo aparte.
A mis amigas también pero no con la misma intensidad.
También he extrañado tener la posibilidad de trabajar en un sitio similar, donde se me valoraba más que aquí por mi experiencia y forma de ser.
3. ¿Te condicionaron en algún momento ante la decisión de emigrar las opiniones de la gente más cercana o querida?
Bueno mi familia en un primer momento dijo que era un matrimonio de conveniencia porque nuestra boda fue muy diferente a la de mi círculo social en argentina. Allí todos se casan por la iglesia, super elegantes, en un super salón, pastel, dj, video-foto, maquillaje, catering, luna de miel.
Isart y yo nos casamos por civil y lo celebramos con una comida en un restaurant con treinta y pico de personas, su familia no vino para la ocasión porque Isart no quiso. Ambos teníamos concepciones diferentes de lo que significaba casarnos.
Para mi el matrimonio era importante, para isart no porque él cree en los sentimientos y no en un contrato firmado. Sin embargo tampoco quedaba otra si queríamos irnos juntos.
Mi familia también tiraba para donde ellos querían, me insistieron de contratar un salón, un dj, un fotógrafo, un pastel pero no lo lograron aunque a mi me costo muchas lagrimas y no disfrute de ese dia realmente porque de todo mi circulo argentino nadie se había casado de esa forma.
4- ¿En alguna ocasión te han hecho sentir que quizás estarías en un error emigrando de tu tierra?
Si, cuando decían que era un matrimonio de conveniencia por la obtención de papeles para poder salir de argentina.
También estaban tristes de mi partida y yo los veía llorar… yo también lo estaba.
5. ¿Qué miedos y fortalezas has encontrado en este proceso tan importante que marcó tu vida?
Miedos muchos. Tu migras por una relación y si esa relación no funciona te encuentras a muchos kilómetros de tu familia y amigos para que te acompañen. Piensa que yo no tuve la nacionalidad hasta el 2019. Vivi 11 años fuera de mi país sin tener una seguridad que me documentara como ciudadana europea. En algún momento pensé que si me relación no funcionaba y sin nacionalidad podía acabar nuevamente en argentina sin mis hijos…
Por otro lado tampoco conocía muy bien a la familia de Isart ya que nos habíamos visto solo unos días en Buenos Aires. Tenía miedo de saber si me aceptarían.
No conocía la ciudad de Barcelona, aunque había estudiado ya catalán por interés propio y eso un poco me ayudó.
En cuanto a fortalezas siempre me he adaptado bien a los cambios y había tenido experiencia de vivir fuera unos meses por lo que en ese sentido me gustaba conocer culturas y nuevos sitios. Nunca pensé que no me adaptaría a un nuevo país.
6- Cuando te imaginabas viviendo en otro país, ¿esperabas exactamente lo que has encontrado, o tu visión inicial era muy distinta de la realidad que has vivido?
La realidad es que tampoco me había generado muchas expectativas, creía que viviéramos bien y sobre todo juntos. Lo que más me importaba era estar con la persona que amaba que donde íbamos a vivir realmente.
Lo que no espere nunca fue todo el tema de la complicación de los papeles tanto aquí como en Inglaterra.
Recuerdo que llamamos a una línea telefónica de la Generalitat porque entre mi marido y yo no éramos capaces de entender el listado de la documentación. En esa oficina había muchísimas personas esperando y se respiraba tensión y angustia por todos lados, sumado a la mala forma en la cual los empleados públicos se dirigían a las personas como si fueran delincuentes. Luego después de 45 días tuve que dirigirme a una comisaría en Cerdanyola y la experiencia fue similar. No estoy muy segura porque los funcionarios se esfuerzan por ejercer su función de autoridad todo el rato y hacernos sentir como delincuentes.
Otra cosa que siempre me sorprendió tiene que ver con la documentación que debía llevar conmigo para identificarme. Al dorso de mi NIE (número de identificación de extranjero) se leía:
- Aspectos laborales o motivo de la concesión: Familiar ciudadano de la Unión. Permanente.
- Observaciones: Residente. DNI: 123456789X. Isart Apellido
El hecho que mi residencia únicamente estuviera ligada a la situación de matrimonio y figurar de esta manera en un documento que se utiliza muy a menudo me hizo sentir un objeto y hasta que no tuve mi propio DNI luego de 10 años de este primer NIE, creí que figurar como propiedad de otro vulnera los derechos de las personas y no hace más que perpetuar la dependencia de las mujeres hacia los hombres y demás complicaciones asociadas como podría ser la violencia de género.
|
Nro. de identificación de extranjero de Agustina que utilizo desde 2008 al 2019 donde figura la vinculación con su marido y su nro. de DNI Älbum personal Agustina Martínez Vivot |
Años después solicité la nacionalidad española ya que era mi derecho reflejado en el Código Civil en los Artículos 20, 21 y 22. Para ello contraté los servicios de una gestora, ya que nuevamente, y como en el caso de la residencia el gobierno se empeña en complicar la gestión a tal punto, que era casi imposible lograrlo sola.
Esos 400 euros pagados a la gestora Elena Rodriguez, me permitieron descansar en que contaría con una guía para preparar la documentación y para pasar el test de integración donde me realizaron 40 preguntas tales como la diferencia entre jefe de estado y de gobierno, la edad obligatoria para solicitar el DNI y el nombre del programa televisivo nocturno de noticias que se transmite por la televisión pública.
Tampoco olvidaré con el desprecio que hablaba la funcionaria pública en aquella reunión, donde me comparaba con Marroquíes y públicamente discriminaba a las personas de aquella nacionalidad porque no hablaban el idioma y solo quieren la nacionalidad para solicitar ayudas económicas del gobierno. Me hizo sentir como que mi caso valía la pena, pero los demás no lo merecían.
Mi expediente estuvo en manos del Ministerio de Justicia durante 6 años antes de ser aprobado aunque el ministerio de justicia en su página web indica que las resoluciones sobre nacionalidad se establecen en un plazo de 180 días, y solo en septiembre del 2019 recibí la aprobación de mi nacionalidad. Ese día lloré y no de emoción, sino de impotencia y rabia. El calvario había acabado.
Es un proceso muy frustrante, nunca me sentí maltratada en estas tierras, salvo cuando entré en oficinas públicas en las que trataron mi situación de extranjera.
Por otro lado, recuerdo aquel día 7 de noviembre de 2019, cuando entré a los Juzgados de Cerdanyola del Vallès para firmar la aceptación de mi nacionalidad como un día particular, ya que si bien había esperado ese momento muchos años, sentía que en ese día era más Argentina y Catalana que nunca, creyendo que la identidad propia nunca se pierde, ni con la adquisición de otra nacionalidad.
Soy Argentina de nacimiento, Española desde el 7 de noviembre de 2019 y Catalana por elección.
Hicieron falta 11 años de matrimonio, 3 hijos y 6 años de espera. Una marca que quedará conmigo de por vida, recordando que en mi situación de supuesta “facilidad” de un matrimonio y poder habido contratar a una gestora, me sentí olvidada durante años, y pensé siempre en aquellas personas que no cuentan con los medios suficientes para esperar tanto tiempo y que deben justificar por otros medios los motivos por los cuales quieren formar parte de este país.
7- ¿Te has sentido discriminada o rechazada en algún momento por el hecho de ser una mujer migrada? si es así, ¿en cuál de los dos países donde emigraste ha sido mayor esa sensación y por qué?
Discriminada sí en cuanto un proceso de nacionalidad si tarda tanto tiempo quiere decir que no eres tan “deseable” o aceptada.
Discriminada en cuanto a que me costó muchísimo conseguir trabajo. Al llegar a Barcelona tuve dificultades en la búsqueda de una posición similar. Realicé formaciones locales en el ámbito de recursos humanos en la gestión de personal para adquirir conocimientos locales, pero así y todo me tomó al menos 30 entrevistas y 18 meses encontrar una empresa que me valorara mi experiencia previa.
Discriminada positivamente en ser argentina y no de otra nacionalidad sudamericana que aquí se percibe de manera más negativa. Creo que no hubiera sido lo mismo para mi ser argentina que peruana.
8. Si volvieras atrás, ¿volverías a emigrar a los mismos países dónde lo hiciste?
Sin dudas haría exactamente lo mismo.
No me veo en argentina hoy por hoy. Cuando miro atrás y veo a mi familia y amigos y me comparo, veo una sociedad bastante tradicional, poco flexible, arraigada al pasado y poco constructiva.
Por otro lado, es una sociedad muy dependiente de lo económico, muy machista, donde los hombres aun están muy enfocados en el aspecto laboral y las mujeres en las tareas reproductivas. Isart es una persona que cree en la igualdad de género a diferencia de la sociedad tradicional y patriarcal argentina.
Tampoco me gustaría criar a mis hijos y que vivieran en un país tan desigual económicamente donde se puede llegar mas lejos por el tamaño de la cuenta bancaria.
Hoy no encajarían estos valores en mi vida.
9. ¿Te has sentido integrada en su totalidad en la cultura y en la sociedad de los países donde emigraste?
Antes de instalarme definitivamente en Barcelona, vivimos durante 3 años en la ciudad de Cambridge, Inglaterra entre 2008 y 2011. La experiencia de poder vivir en un país de habla inglesa nos había llamado la atención y una oferta laboral para Isart permitió que pudiéramos trasladarnos allí. Ambos estuvimos interesados desde nuestra llegada para integrarse con la comunidad local, pensando que al tratarse de una ciudad de estudiantes el ambiente nos recibiría cálidamente.
Sin embargo, lo más difícil de nuestra estancia allí era el aspecto social. Las personas eran muy amables y respetuosas, pero no podíamos traspasar esa primera barrera, resultando en que las relaciones sociales se dieran con nacionales de habla hispana.
La distancia de ambas familias la de Argentina y la de Cataluña no resultaron fáciles. Esperábamos con muchas ganas las visitas familiares y las llamadas por video que realizábamos con nuestras personas queridas. Este factor se agravó con el embarazo y posterior nacimiento de nuestro primer hijo, lo cual nos hizo caer en la cuenta de que no queríamos estar alejados de nuestras familias y criar a un hijo en una sociedad que no valorara de igual forma a las relaciones humanas.
Si bien esta experiencia la recuerdo con cariño, culturalmente no me sentí acogida por la cultura anglosajona y la frialdad de las relaciones entre las personas. Sin embargo, no me costó encontrar trabajo y sentí que mi experiencia previa era valorada. Finalmente, de esta experiencia también recuerdo positivamente el respeto por el orden administrativo y la constante búsqueda de mejora en la legislación dirigida al cuidado de los trabajadores que es la antítesis de mi experiencia Argentina.
Vivienda de la calle Kingston nro. 15, Cambridge donde vivieron entre los años 2008-2011 realizada durante un viaje familiar en enero de 2015
Älbum personal Agustina Martínez Vivot
Esta situación de doble migración has sido todo un reto a nivel personal y cultural. Comparando lo que significa vivir en cada país, diciendo que, si en España hoy es 2020, en Argentina es el año 2000 y en Inglaterra el 2030. Es decir que cada país existe en un universo paralelo, con sus pros y contras, pero definitivamente en una escala que no se puede comparar. Desde la economía, los derechos sociales, la cultura y que no podría describir aquí ya que nos iríamos de tema.
En Inglaterra me sentí una turista durante 3 años, pero en España fui acogida con cariño no solo por el círculo íntimo de Isart, sino por muchas personas que encontraron en mi historia migratoria un interés verdadero y que me valoraron por el tipo de persona que soy y no por mi pasaporte.
Crear una reputación laboral con el cambio a cada país ha sido duro porque he tenido que probar dos veces que laboralmente valía la pena.
Fui una extranjera en Inglaterra y soy local en España, creo que tiene que ver con la similitud de culturas y valores que unen a Argentina con España
10. ¿Qué impacto laboral y económico tuvo sobre tí emigrar de tu país?
Pérdida total de un estatus laboral que nunca recuperé y creo que ya he descrito en puntos anteriores.
11. ¿En algún momento has sentido que como mujer independiente has dejado a un lado una trayectoria profesional que te llenaba?
Al perder el estatus laboral y el de nacionalidad ya dependía de mi pareja, por más que no lo quisiera la situación me impedía ser independiente realmente.
La posición laboral que tenía me gustaba y era productiva pero tampoco era lo único en mi vida, aposté por mi relación porque yo quería que así fuera y no pensé demasiado en que perdía o ganaba.
12. ¿Has sentido alguna vez el prejuicio de que has emigrado de tu país de origen para encontrar una mejora de tu situación económica? Si es así, ¿Por qué razones o situaciones?
El principal motivo que me hizo dejar mi tierra, poco tiene que ver con la causalidad económica, y se ajusta a la situación de seguir un proyecto sentimental y familiar. Es cierto que la mayoría de argentinos lo hacen por ese motivo pero no es mi caso.
En un lugar muy secundario esperaba unas condiciones de vida similares desarrollarme profesionalmente.
No me he sentido prejuzgada pero mi situación no es muy similar a la de otros compatriotas.
13. ¿Qué le dirías a alguien que se encuentra en una situación similar a la que viviste, en la que las condiciones económicas no fueran un factor determinante y te pidiera consejo?
Que sigan lo que sienten pero que tengan mucha paciencia que el proceso de restablecerse en una nueva cultura lleva tiempo pero vale la pena cuando uno lo hace de todo corazón.
14. Respecto a los trámites administrativos para poder trabajar en los países a los que has migrado ¿qué diferencias significativas hallaste?
Los primeros 9 meses de residencia en Inglaterra fueron bastante angustiantes, ya que tuve que aplicar a un visado como familiar de ciudadano de la unión europea. En consecuencia, esos meses no podía trabajar y me encontraba a la espera de la resolución que sólo llegó por la intervención de un abogado experto en documentación migratoria que nos soltó una factura por 1000 libras esterlinas para desencajar el estado de mi trámite. Mientras tanto aproveché para realizar una certificación de recursos humanos que una vez conseguido el visado me abrió rápidamente las puertas a una posición laboral.
Para el caso español, en la pregunta 6 he relatado el calvario que fue obtener la nacionalidad. Sin embargo, aquí con el nie siempre pude trabajar sin problemas, pero la nacionalidad siempre te da otra seguridad ya que los empleadores están siempre pendientes de la fecha de caducidad de un permiso de residencia.
A igualdad de condiciones, entre un nacional indefinido y un extranjero con permiso de residencia temporal pierdes siempre.
15. ¿Cómo te sientes a nivel personal y emocional con todo lo vivido viéndolo ahora como un trayecto que forma parte de tí y tu historia?
Me siento feliz de haber hecho el salto. Tengo una familia maravillosa, un marido que amo y 3 niños increíbles que me llenan de orgullo y amor.
Mi experiencia migratoria ha afectado sin duda mi manera de ver la vida y seguramente no sería la persona que soy de haber permanecido en Argentina. Ni tan solo me habría propuesto volver a la Universidad con más de cuarenta años a estudiar Educación Social para hacer de este mundo un sitio mejor.
Hoy es española con todas las de la ley, pero llegar aquí no ha sido un camino fácil. Creo que mi personalidad extrovertida puede haber servido de factor protector, ya que si bien mi experiencia ha sufrido algunos altibajos, no me han ocasionado un trauma mayor y hoy puedo compartirlo para que otras personas para que se beneficien de mi relato.
16. ¿Volverías a hacerlo todo de la misma forma o cambiarías algún aspecto?
Creo que en la preg 8 he respondido, pero haría todo igual realmente.
17. ¿Qué le dirías a la Agustina que se encontraba en el momento de tomar la decisión para marchar de su país?
Ten paciencia y estate tranquila que todo llega. No hagas caso a lo que dicen los demás que todo saldrá bien.
18. Desde tu punto de vista Agustina, ¿crees necesaria la visualización de más historias de primera mano como la tuya para dejar atrás estereotipos que recaen sobre las mujeres latino-americanas migradas?
Si, sin dudas las historias de una minoría como la mía no tienen la publicidad que tiene una historia de migración en patera. Son realidades muy distintas pero que se tienen que visibilizar de alguna manera.
19. Actualmente y en tu contexto familiar, ¿volverías a plantearte emigrar de nuevo dependiendo de la circunstancia que lo requiriera? ¿De qué tipo de fuerza mayor se trataría? ¿Crees que lo vivirías de forma similar a las anteriores ocasiones o hay aspectos en que sería distinto?
Creo que no tendría problemas en migrar nuevamente. La vida no está marcada ni la ultima hoja del libro está escrita. Iré donde mi corazón me lo mande y cuando sea necesario. Creo que sería otra aventura por vivir y a la que no tendría ningún problema de afrontar.
20. Por último, ¿bajo tu experiencia nos podrías decir una o dos medidas que implementarías para facilitar la integración y el bienestar de las mujeres que debido a la causa que sea se han sometido a un proceso migratorio?
1) Apoyo en cuanto a la formalización documentaria. Pienso que es vergonzoso el trato que he recibido
2) Grupo de apoyo para mujeres extranjeras desde el ayuntamiento donde te empadrones para conocer más sobre la cultura local, los servicios que se ofrecen en el municipio, ayuda en la inserción laboral, crear relaciones entre iguales a partir de un grupo de apoyo.